De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor y, sobre todo, al calor de las calles, los precios de los 33 productos de consumo obligado de la canasta básica cerraron en septiembre con un alza promedio anual del 25%.
Esto explica que esta constante inflacionaria es la ultrademanda de estos productos provocada por la pandemia y factores estacionales (sequías, inundaciones y heladas), así como los temas de inseguridad y el elevado costo de las gasolinas que encarece el suministro. Con esta circunstancia, lamentablemente están dadas las condiciones para el desabasto y, su fiel acompañante, la especulación, advirtió la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Esta escalada de precios afectará a prácticamente todo el territorio nacional. Son muchos los productos que sufrirán de una baja cosecha por COVID-19 más Influenza H1N1, heladas y sequías. El 2020 lo cerraremos con una tendencia al alza de los precios de los productos de consumo obligado de la canasta básica”, comentó el presidente de la organización, Cuauhtémoc Rivera.
Agregó que esto ocasionará que muchos tarjetahabientes y personas con créditos hipotecarios y automotrices que usaron el periodo de gracia de hasta cuatro meses que otorgó la Asociación Mexicana de Banqueros, a través de sus distintas cadenas de bancos, como una forma de paliar los efectos negativos de la pandemia, la cual llevó a miles a perder su empleo y fuentes de ingresos, se coloquen en una situación de insolvencia imprevista.
“Por lo anterior, ante este caldo de cultivo: inflación sostenida de los productos de primera necesidad y morosidad de miles en el pago de créditos por insolvencia, resulta harto peligroso promover un consumo artificial, que no es otra cosa que provocar un endeudamiento impagable; reactivar la economía no significa encharcar más a la gente”, concluyó Rivera.
En octubre se vence la gracia otorgada por los bancos para el pago de tarjetas, créditos hipotecarios, automotrices; miles caerán en la morosidad por insolvencia.